Sandra Crucianelli fue parte del comité de periodistas de investigación en el caso de Panama Papers, es becaria de ICFJ (el centro internacional para periodistas, por sus siglas en inglés) y también una de las reporteras que ha entendido mejor el valor de su imagen personal. Un día, cuenta Sandra en su clase Crea tu marca personal, compartió desde su cuenta de Facebook una noticia que ya había sido publicado desde la cuenta de Solo Local —el proyecto que fundó en Bahía Blanca, Argentina.. La publicación de la cuenta personal de Sandra tuvo más de 100 mil interacciones mientras que la del medio tuvo apenas 5 mil. “Las audiencias no quieren dialogar con marcas institucionales sino con personas reales”, dice Sandra, “por eso la marca personal es tan importante”.
En la clase, la periodista profundiza en los conceptos de este tema que considera primordial para diferenciarse en un mundo con sobreabundancia de información, y explica cómo se puede comenzar a crear esa marca.
En esta breve entrevista, Sandra nos comparte las ideas principales de este tema que detalla en la clase de cinco módulos de la Escuela SembraMedia.
Es lo que dicen de ti cuando no estás presente. Tiene que ver con tu persona más que con tu currículum. A veces se analiza solo la hoja de vida y eso no es suficiente. La marca personal es lo que te define porque incluye aquellos aspectos que el currículum no contempla como tu capacidad para trabajar en equipo u otras cualidades que te hacen irrepetible. La marca personal es el sello distintivo que nos hace únicos.
Porque tiene que ver con el desarrollo personal. Una marca no es estática sino dinámica, la construcción de esa marca es permanente. Y la necesitamos para crecer como personas y como profesionales.
Lo más importante es la historia, por sobre el periodista. Pero lo cierto es que sin periodista no habría historia. Yo los veo como parte de un todo. Por un lado, los hechos que suceden y por el otro la construcción del relato necesario para conectar con la comunidad, que es la que hace el periodista. Pero ahí no termina porque la historia genera impacto que se traduce en opiniones de la gente. Y ahí nuevamente se necesita del periodista para moderar ese diálogo y hacerlo más participativo.
No puedo hablar por otros casos, solo puedo contarte lo que me ocurre a mí. Me ha pasado que un posteo en Facebook llega a 120000 personas mientras que la misma noticia en un medio digital no llega ni a las 5000 vistas. Eso tiene que ver con el modo en que se cuenta la noticia pero, básicamente, en cómo el periodista la presenta. Eso genera empatía (o no) con la gente, lo que puede aumentar el deseo de sumarse a la conversación.
Generalmente soy muy celosa de mi privacidad y las únicas licencias que me permito son difundir fotos cotidianas en Instagram. Ahí puedes verme en la playa, en el noticiero o haciéndole un mimo a mi perra. Pero no más que eso y me queda claro que Twitter es para la noticia dura o la comunicación profesional, Facebook para el diálogo e Instagram para mostrar momentos.
No hay por qué tener vergüenza de la marca personal porque es una expresión de lo que somos. Es como si tuviéramos vergüenza de nosotros mismos y eso no tiene lógica. Tampoco se trata de que nuestra vida se convierta en una vidriera pública. La construcción de la marca personal no tiene nada que ver con mostrar segundo a segundo lo que uno hace o deja de hacer. Cada ser es único e irrepetible. Tiene mucho por lo que agradecer, mucho por mejorar y mucho para compartir de todo lo que ha aprendido o está aprendiendo. En los tiempos que vivimos cada uno es su propia marca personal y no hay un único método para crear esa marca. Es todo a prueba y error.