Cuando decidí incursionar en el periodismo emprendedor, mi cabeza daba vueltas por las magníficas ideas que surgían en el incipiente equipo que estábamos formando. En 2014, cuando ya habíamos delimitado un proyecto, empezamos a tocar puertas para buscar nuestros primeros fondos.
Nuestra propuesta de valor en Efecto Cocuyo era básica, pero fundamental en una sociedad oscurecida por la censura, la autocensura y la desinformación: somos una plataforma digital de periodismo independienteque produce buena información, veraz, oportuna, de calidad y liderada por varios de los mejores periodistas venezolanos.
Todos aquellos con quienes hablé decían: “es extraordinario. Tienen un gran producto. Excelente”. Pero ese recibimiento no se concretaba en fondos.
Sin embargo, persistimos. Buscamos información por todas partes y luego de mucha investigación llegamos al consenso. Vamos a realizar uncrowdfunding. En español, esta modalidad de recaudar fondos se conoce como microfinanciamiento y es una oportunidad para que muchos, con muy poco (puede ser desde un dólar en adelante) contribuyan con una propuesta. Esta forma de lograr un pequeño capital se ha repotenciado con la aplicación de herramientas tecnológicas y de las redes sociales.
Diseñamos toda la campaña en casa porque no teníamos cómo pagar a expertos. Logramos recaudar 26.428 mil dólares, con 294 contribuyentes, entre el 18 de febrero y el 19 de abril de 2015. Es la campaña de crowdfunding más exitosa de un medio venezolano.
La experiencia nos generó algunos aprendizajes que no dudamos en compartir. Aquí vamos.
El microfinanciamiento es una modalidad en la que muchos, aportando poco, pueden reunir una suma de dinero que haga posible que un proyecto vea luz. Generalmente puedes creer que el crowdfunding es un asunto de dinero. Pues no necesariamente es así. Una de las claves de esta modalidad es la creación de las comunidades. Este concepto nos pareció muy adecuado para nuestro modelo de negocio. Como realmente el periodismo no es un producto tangible (materialmente) y hay mucha competencia, la creación de una comunidad es clave para invitar a que contribuyan con el proyecto que presentas.
El profesor James Brenner ha llamado a este tipo de modelo de negocio el de relationship.
Recientemente Animal Político y El Faro (el primer medio nativo digital de Centroamérica y uno de los más longevos en Latinoamérica) emplearon el crowdfunding. El caso más exitoso del mundo lo ha constituido El Español, que recaudó 1,38 millones de euros, con la oferta de acciones.
Para más información puedes revisar este artículo: Crowdfunding para periodistas
El principio para cada quien puede ser diferente. En nuestro caso teníamos la dificultad de que esta forma de reunir fondos no era muy conocida en Venezuela y además en nuestro país hay un control de divisas. Solo unos amigos y colegas con una plataforma de periodismo de investigación Armando.Info lo habían probado.
Fue el periodista Ewald Scharfenberg quien me orientó en los primeros pasos. Que no era otra cosa que decidir entre KickStarter o Indiegogo, las plataformas establecidas para aquel momento, y ver cuál se ajustaba a nuestras necesidades. Ambas, por cierto, tienen páginas en el idioma español.
Hay otras plataformas que han surgido recientemente como Beacon, especialmente para proyectos periodísticos y Patreon para proyectos artísticos.
El modelo de KickStarter es a todo o nada y la campaña dura un mes. Si en ese tiempo no alcanzas la meta no recibes nada de lo que hayas recaudado. De esta manera, explican, se incentiva aún más a los donantes porque si están comprometidos con la idea pueden subir sus aportes o buscar a más contribuyentes.
El de Indiegogo es proporcional y la campaña dura dos meses. Si no logras la meta propuesta, puedes de todas maneras recibir el dinero recaudado y te reducen la comisión.
Tomamos la decisión basados en nuestra poca experiencia, que debíamos educar a los donantes y que corríamos un riesgo si no alcanzábamos la meta.
Cada cual tiene ventajas y desventajas. En todo caso me parece prudente que sepan:
El diseño y la ejecución de una campaña de crowdfunding puede ser un proceso muy enriquecedor pero también lleno de retos. En nuestra experiencia, es primordial contar con alguien del equipo que esté al frente de las responsabilidades y solo enfocado en esa área del proyecto.
Nosotros diseñamos la campaña en tres etapas: la precampaña, la campaña en sí misma y la poscampaña. Cada una de esas fases contó con actividades para darla a conocer, ofrecer entrevistas en medios audiovisuales sobre lo que hacíamos, visibilizarla a otras audiencias y luego hacerle seguimiento y rendición de cuentas a nuestros donantes.
Algo que es primordial es el mensaje que se va entregar y la narrativa de tu proyecto.
Cuando estés desarrollando tu propuesta de valor verás que debes responder a una pregunta clave. No solo es importante que quieras cambiar el mundo, la invitación es encontrar una forma original de hacerlo y que sea de utilidad.
Una vez delimitado el mensaje y, en mi experiencia, aprobado por el equipo, se pasa a una etapa de producción de mensajes relacionados y un video base que será clave para llegar a las audiencias.
Durante la campaña es prudente hacer actualizaciones y comentar con tus donantes sobre actividades en las que estés participando.
El microfinanciamiento es una vía para garantizar fondos que, en nuestra opinión, se puede convertir en estables siempre y cuando se cumpla con la oferta y que cada etapa sea de crecimiento para el proyecto. En nuestro caso, de hecho, estamos preparando nuestra segunda campaña porque nuestros donantes nos han estimulado a hacerla. Algo que me parece clave es pensar que estamos creando relaciones de largo plazo, por eso el crowdfunding no es un asunto de dinero, sino de comunidad. El otro aspecto muy importante para nuestro modelo es la preservación de la independencia. Mientras más personas estén conectadas con el medio a través del microfinanciamiento, más contrapeso con respecto a otras fuentes de financiamiento y frente a las agendas que algunos sectores puedan tener.