Chequeado es un medio argentino, en línea desde octubre de 2010, que surgió con la intención expresa de elevar el debate público en una Argentina sensiblemente marcada por la polarización política.
El contexto importa: en 2010, gobierno y una parte importante de los medios de comunicación estaban enfrentados, y solían reflejar dos realidades del país completamente distintas. En palabras de Laura Zommer, directora ejecutiva y periodística de Chequeado: “En una situación de altísima politización, en Argentina seguíamos demasiado centrados en las personas, en los dimes y diretes, pero no en los hechos, no en los datos”.
Chequeado se caracteriza, por sobre todas las cosas, por utilizar una metodología de ocho pasos para “chequear” los dichos de los personajes públicos, contrastarlos con los datos disponibles y evaluar qué tan cierto, discutible o falso es lo que están diciendo.
Chequeado fue fundado por un doctor en química, un doctor en física y un economista: ninguno de ellos había trabajado en medios, pero conocían las experiencias de Fact-checking de Estados Unidos y Europa.
“Vamos a impulsar un debate con datos ciertos”, se propusieron. Fue así que armaron la estructura legal de Chequeado y se constituyeron como una organización sin fines de lucro. Es importante mencionar que Chequeado no nace como una empresa mediática, precisamente para no ser visto como un “competidor” del gobierno.
Olivia Sohr y Matías Di Santi, actualmente en Chequeado, fueron los primeros empleados periodísticos del medio. De tres empleados iniciales en 2010, en 2016 trabajan once personas dentro del equipo.
En mayo de 2012, la periodista Laura Zommer se integró como directora ejecutiva y periodística, con la intención específica de incrementar la presencia de Chequeado en el debate público y diversificar las fuentes de financiamiento.
En sus inicios, uno de los fundadores fue el principal inversor de Chequeado. Con parte de su dinero se contrató a una consultora para la búsqueda y consecución de fondos, que dio resultados exiguos. También se realizaron ventas y subastas de cuadros, que artistas afines al proyecto habían donado.
Fue hasta diciembre de 2012, que la Embajada de los Países Bajos y la Fundación alemana Fredrerich Ebert otorgaron pequeños financiamientos (3,000 USD aproximadamente) para un par de proyectos que implementó Chequeado.
El modelo de negocio verdaderamente se ha diversificado en cuatro años. Cuando Zommer se integró como directora, unos de sus objetivos principales fue que el financiamiento de los fundadores no superará anualmente 20% del costo total de operaciones. A finales de 2013, logró reducirlo a 13%. En 2015, éste ya había bajado a 3%.
El Presupuesto proyectado de la fundación, La Voz Pública, que publica Chequeado será de $7.500.000 pesos argentinos en 2016. Para garantizar su sustentabilidad e independencia, tiene una estrategia de diversificación de fondos, que consiste en un equilibrio entre cuatro fuentes de financiamiento:
Según Zommer, aunque se diversifica el modelo de negocio, los objetivos siguen siendo los mismos: mejorar la calidad del debate público. “Lo que sí cambió hace un par de años, es que definimos que debíamos crear un área de educación y otra de innovación. No va a mejorar la calidad del debate sólo porque exista Chequeado, o porque saquemos artículos con buenos datos. Nuestra misión es <<elevar el costo de la mentira>>.
Para llegar a eso, nos dimos cuenta que teníamos que llegar a más gente, educarles para que sepan diferenciar entre lo que es un dato y lo que es una opinión.” Por eso decidieron impulsar una estrategia de capacitación a colegas periodistas de manera profesional. En cuanto a innovación, se dieron cuenta que más allá de hacer fact-checking, hacían periodismo de datos. Y para hacerlo bien, necesitaban utilizar de mejor manera la tecnología y la participación de la comunidad.
Actualmente, los lectores de Chequeado pueden “solicitar un chequeo”, subir datos (siempre y cuando estos pasen un filtro de confiabilidad), o buscar y utilizar los cientos de datasets que existen en el portal.
Según Pablo M. Fernández, coordinador de Innovación, el tráfico en visitas a Chequeado se incrementó notablemente en 2015 porque supieron aprovechar al máximo la coyuntura electoral (fue año de elecciones presidenciales). Su reto ahora es que esas visitas no decaigan y se mantengan. [Ver Argentinian fact-checkers Chequeado increased their traffic 750% by sharing more and better, en Poynter].
En 2016, las investigadoras Julia Pomares y Noelia Guzmán (coordinadora de Desarrollo Institucional) redactaron y publicaron el documento Cómo medir el impacto del fact-checking (en inglés), una contribución importante para evaluar el alcance de la verificación del discurso público. Y este año la investigadora Eugenia Mitchelstein aplicó esa metodología al caso de Chequeado (próximamente, disponible en www.chequeado.com/publicaciones).
A la pregunta de cuál es el obstáculo principal de Chequeado hoy en día, Zommer dice: “Tenemos muchas más ideas que tiempo y recursos financieros para implementarlas. A veces es difícil definir estratégicamente cuándo desplegar a tu equipo y aprovechar la coyuntura y cuándo no. El otro obstáculo: hay gente muy poderosa a la que no le gusta lo que hacemos. Por eso nos interesa tanto llegar a la televisión y potenciar nuestro alcance”.
Justo en marzo, Chequeado inició una columna semanal en el programa de televisión 50 Minutos, conducido por María O’Donnell (ver video).
Zommer reconoce que tardaron mucho en darse cuenta que debían invertir más recursos humanos y financieros en innovación: “Hicimos proyectos tecnológicos que se quedaban a la mitad, y luego ya no llegaban más recursos.
A nosotros nos marcó mucho cuando fuimos finalistas en el Premio Gabriel García Márquez en 2014 y nos ganó La Silla Vacía. Estar nominados nos permitió conocer a muchísimos medios y periodistas de la región que nos inspiraron y nos motivaron a crear la coordinación de innovación”.
En 2016, Chequeado hará seguimiento puntual a los personajes que generaron chequeados falsos, y buscarán presionarlos para que utilicen fuentes o datos confiables. Quieren ser más “crowd” y que más gente se involucre en los chequeos colectivos que organizan. Finalmente, Chequeado ya no sólo hace “chequeos”, sino que también debutó con investigaciones periodísticas con foco en los datos y su visualización.
En octubre de 2015, Chequeado ganó el Premio Gabriel García Márquez en la categoría de innovación. Están buscando ampliar su equipo. Buscan a otro periodista. Un estadístico. Un diseñador o infografista. Van por todo.