El 30 de noviembre es la fecha límite para aplicar a una de las becas de periodismo A Digital Path to Entrepreneurship and Innovation for Latin America del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ por sus siglas en inglés). Cada año, periodistas de la región pasan seis semanas en Estados Unidos: dos para recibir capacitaciones y charlas, y cuatro en una pasantía en un medio u organización estadounidense que esté innovando en formas de hacer periodismo.
Dos testimonios de becarias demuestran por qué es una buena idea participar en el programa.
Lo que más me agradó de ser becaria del programa ICFJ Professional Fellows Exchange in Latin America fue la oportunidad de conocer el trabajo de otros medios de comunicación como Político y NPR, ambos ubicados en Washington D. C. Pero sobre todo me agradó conocer el trabajo de ProPublica, un medio independiente en New York, donde me tocó colaborar durante un mes en el área de Investigación. En ProPublica preparan investigaciones que pueden demandar entre uno a dos años de trabajo antes de su publicación y generan un gran impacto. En la organización no hay “apuro” ni esa exigencia de escribir 25 noticias al día para cubrir una cuota de publicación como sucede en muchas redacciones de mi país. Ahí los clics no importan, sino la calidad del trabajo diferenciado que se le brinda a los lectores. Como los proyectos del área de investigación son de largo aliento, colaboré en tareas que se requerían para continuar con el trabajo. Una de las funciones que tuve fue limpiar una parte de la base de datos de Dollar for Docs. Colaboré también completando información en una hoja de cálculo sobre un tema de migración, básicamente fue mapear personas y empresas. Luego hicimos llamadas y enviamos correos a 50 empresas para hacerles una pregunta puntual sobre el abogado de Donald Trump: Kris Kobachs. Hicimos solicitudes de acceso a la información pública para sección que tienen sobre Donald Trump y también buscamos información para un artículo que se publicó. También vi cómo trabajan en las diferentes áreas y qué herramientas y programas usaban los periodistas y programadores. Conversamos con varios de ellos, y una de las cosas que me gustó fue cómo trabajan con la ciudadanía para obtener información y a partir de ello armar sus propias bases de datos.
Esta beca me recargó de mucha energía. Sentí que regresaba con superpoderes e ideas de temas a cubrir. Cuando me fui a Estados Unidos, trabajaba en un medio grande en Perú, pero opté por empezar a colaborar con uno pequeño porque le tengo mucha fe al periodismo independiente y sobre todo al trabajo con bases de datos y a profundidad, aspectos que son complejos de desarrollar en las empresas grandes de mi país.
Aconsejo aplicar a la beca porque considero que fue oportunidad increíble que me permitió ver cómo es el trabajo en un medio extranjero que se financia por aportes de organizaciones y donaciones de sus lectores. Me di cuenta cómo justamente eso le permite publicar investigaciones de largo aliento sin presiones de cubrir una cuota diaria de notas. Aprendí cómo los periodistas construyen sus propias bases de datos para algunos proyectos a partir de encuestas a la comunidad, cómo hacen investigaciones colaborativas con otros medios virtuales y radio para tener más alcance y mayor impacto. Todo esto fue muy enriquecedor y motivador para mi carrera. También aconsejaría aplicar a la beca porque es una oportunidad para conocer la cultura de Estados Unidos, los museos y comprar libros sobre periodismo y datos que son muy difíciles de conseguir en Perú.
La experiencia como becaria te da la posibilidad de conocer otras culturas de trabajo. En este caso me tocó ir a durante un mes en Reveal from the center for investigative reporting, un medio norteamericano en Oakland, California, y pude conocer cómo trabajan los equipos. Yo estuve en el de Audiencia, y el trabajo fue más de observación, pude participar en la rutina del equipo y ver las herramientas que usaban y cómo median el impacto de su contenido. Me gustó ver cómo se compartía conocimiento con el resto de la redacción, la interacción interdisciplinaria.
Por otro lado, una de las cosas que más me encantó fue poder compartir esta experiencia con otros quince colegas de distintos países de Latinoamérica, no solo por el intercambio cultural de conocer cómo viven en otros países y cómo es el periodismo sino por la calidez humana. Compartir mes y medio con gente que le gusta tanto el periodismo como a mí, y que quiere y está generando proyectos súper interesantes en sus países, fue muy bueno.
Aconsejaría a cualquier periodista o gente de otras profesiones cercanas a los medios aplicar sin ninguna duda. Es de esas experiencias que te abre la cabeza por el intercambio cultural y porque conoces proyectos latinoamericanos y estadounidenses que te permiten una evaluación constante de la situación profesional en la que se encuentra uno y el medio en que trabaja. Me sirvió para evaluar y repensar nuevas ideas y nuevos desafíos para mí y para el medio para el cual trabajo ahora.
La beca influyó un montón en mi carrera. En una forma me ayudó como profesional a pararme mejor frente a determinadas circunstancias que capaz en otro momento me daban miedo o no me generaban una seguridad muy grande. Me permitió abrir más puertas y nuevos contactos y conocer a gente nueva que antes no tenía el intercambio.